Esta aventura llega a su fin y se acerca el momento de la triste despedida. Nuestros últimos días los hemos pasado conviviendo con los Gaiatos el máximo tiempo posible. Nos volvemos con la maleta llena de recuerdos, miradas, sensaciones y lazos personales que perdurarán en el tiempo. Las cuatro semillas regresamos con un hasta pronto.
Empezamos la jornada con una baja, nuestra compañera Sara, víctima de la picadura de una garrapata, ha pasado la noche y el día en observación en Casa do Gaiato. Mientras, Arantxa, Jonathan e Irene hemos estado repartiendo leche de continuidad a las madres beneficiadas del proyecto 'Una semilla, una vida'.
Detrás de la sonrisa hospitalaria de los mozambicanos se esconden duras historia personales que configuran la triste realidad de este país.
¡El paraíso tiene un precio y vaya si lo hemos pagado! Que no salten las alarmas y que nadie se preocupe que ya estamos bien. Y decimos ya porque no negaremos que en algún momento llegásemos a dudarlo.
Exageraciones a parte, lo que sí es cierto es que lo que iba a ser un día tranquilo de playas vírgenes en una isla paradisiaca, se convirtió en una pesadilla por un temporal de viento que causó el cierre inmediato del puerto de Maputo y nos dejó atrapados en esa isla.
Estos días hemos estado de nuevo trabajando en la machamba, en diferentes campos de bananas, papayas y piñas. Estamos acostumbrados a comprar las cosas en los supermercados y no nos damos cuenta de lo mucho que cuesta conseguir los frutos y lo largo que es el proceso hasta que los consumimos.
Un día más suena el despertador a las 6:30 aquí en Massaca. Se empieza a notar que estamos en pleno invierno porque las mañanas son frías y llevamos más capas que una cebolla. Nuestra tarea para hoy ha sido plantar arboles en las casas de Barrio Novo.
La Mashamba es como se le llama aquí al campo. Nos hemos reunido con el grupo de mujeres de Mahumbo pertenecientes al proyecto 'Una semilla, una vida' para realizar las tareas de limpieza del campo. 35 mujeres y 5 hombres, machete y hacha en mano, han ido cortando la maleza del terreno mientras nosotros ayudábamos a amontonar esas hierbas para después quemarlas. Jonathan no ha dudado en coger un hacha y ponerse a cortar arboles como loco, mientras las demás temíamos por nuestra vida.
Hoy hemos empezado el día muy temprano, Gonzalves nos ha llevado al campo para plantar mandioca (es uno de los principales alimentos de la zona), allí nos estaban esperando un grupo de mujeres de Umpala beneficiarias del proyecto 'Una semilla, una vida' con en el que la Fundación Antena 3 colabora.
Cuatro empleados del Grupo Antena 3 participan en el proyecto "Una Semilla, Una Vida" de la Fundación Antena 3 y la Fundación Mozambique Sur que trabaja por los Derechos de la Infancia para sacar de la desnutrición a los niños de las aldeas rurales de la zona.
Durante veinte días, os iremos contando en primera persona nuestras vivencias. Os invitamos a seguir el blog y a que nos hagáis llegar vuestros comentarios.
Arantxa Perales Navas
Irene Hernández Giles
Jonathan Ruiz Camino
Sara Briz Molero