'El final del hombre' tiene muchas cosas muy interesantes: por un lado tiene una trama policiaca bien trenzada, llena de giros, de sorpresas y de incertidumbres, que arranca con el descubrimiento del cadáver del hijo de un autor de novela histórica muy famoso y que vende mucho. El asesinato podría parecer casi ritual, pues aparece con un cuchillo medieval clavado en el estómago, sentado en un columpio.
Y por otro lado tiene una estructura de novela negra, en la que los personajes, su psicología, sus sentimientos, su sufrimiento, se convierten en el verdadero motor de la novela. Porque esta novela tiene un protagonista excepcional, original y que funciona muy bien: Sofía Luna, una policía transexual, y en esta novela asistimos al momento exacto en el que le dan su nuevo DNI y se tiene que enfrentar a sus jefes y a sus compañeros, y a su hijo, como mujer, por primera vez.

Pero es que todos los personajes son fantásticos, desde el hijo de Sofía, Dani, y sus dudas y sus miedos ante la transformación de su padre, o la ex mujer de Sofía, hasta sus compañeros de comisaría, entre los que está Laura, la que ha sido su novia hasta hace poco y con la que establece una relación muy especial, o el gran Estévez (mi favorito), y los que están alrededor del asesinato, el exitoso escritor Julio Senovilla y su novia, Rosa, la novia del chico asesinado o su inquietante hermana, y hasta la criada de la casa.
Además, “El final del hombre” trata muchos temas muy interesantes. Podríamos decir que el tema principal es el de la mujer, su condición en la sociedad, su poder, su evolución, su explotación, en una visión absolutamente moderna de su papel. De hecho, los grandes personajes de esta novela son mujeres. El título hace alusión a ello y por supuesto, el personaje principal. “El mundo es de la mujeres”. Así arranca la novela.
El segundo tema principal de la novela sería la culpa. Pero “El final del hombre” también habla de muchas otras cosas. Habla del maltrato, de la violencia machista, habla del mundo académico, y da una visión creo que real y nada halagüeña, habla de la corrupción, de forma lateral pero muy presente, habla de la influencia de las redes, de la prensa digital, de la manipulación de la información en la actualidad, habla de los grupos de extrema derecha que están apareciendo en nuestro país, y hasta del mundo mágico a través del tarot. Y también habla, y mucho, del mundo literario.
Y no se puede contar mucho más. Aunque en esta novela lo importante es lo que sienten los personajes, las dificultades de Sofía para ser una mujer con todos sus derechos, el machismo de esta sociedad, la dificultad para poner en duda lo que siempre hemos pensado, la culpa, el amor, el deseo, la rabia, el odio, y hasta el éxito, hay un argumento que no se puede desvelar, emocionante, bien estructurado, que funciona y que te mantiene alerta durante toda la novela.
Y la buena noticia es que habrá más, tal y como anuncia la contraportada. Antonio Mercero es un gran novelista que narra magníficamente, que construye muy bien los personajes, acostumbrado a cuidar los detalles, los matices, lleno de sensibilidad y de talento, y “El final del hombre” es una novela inteligente, divertida y emocionante. No se la pierdan.