¿Qué es el aceite de palma y que propiedades tiene?
El aceite de palma se extrae del fruto de la palma africana, al igual que el aceite de coco, la diferencia es la zona de extracción de cada uno:
Aceite de palma: se extrae de la capa más externa del fruto, justo bajo la corteza.
Aceite de coco: se obtiene de la parte interna del coco (la parte blanca que se come).
En crudo, este aceite tiene grasa saturada pero también ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico, como el aceite de oliva) y un elevado contenido en vitamina A y betacarotenos, así como licopeno: al igual que el tomate o la zanahoria, protegen nuestra piel, mejoran el sistema inmune y cuidan nuestra salud visual; jugando un papel antioxidante. Una pena que para hacerlo más palatable, rico y sobre todo rentable, se refine a elevadas temperaturas y se usen disolventes. Esto ya no es el aceite de palma original, pierde todas las buenas cualidades que tiene y encima es perjudicial (nos sabemos con certeza aún cuanto).
En definitiva: cuidado con el aceite de palma refinado, pero que sepáis que el de coco, aunque no esté refinado es aún más saturado que el de palma, contiene más de un 80% de grasa saturada, que eleva el colesterol malo, y esto no es nuevo, ya se sabe desde hace mucho, tal y como se recuerda en un estudio la Asociación Americana del Corazón.

¿Es tan dañino consumir aceite de palma?
No hay aún evidencias científicas suficientes para demostrar al 100% que la grasa de palma no deba consumirse. Sin embargo, opinamos que el actual procesado industrial de la grasa de palma, sometida a refinamiento y elevadas temperaturas sí que produce sustancias completamente indeseables.
El uso de disolventes para obtener del fruto de palma la mayor cantidad de aceite posible es, así mismo, un riesgo para la salud al quedar restos del mismo. Pero atención: ¿por qué hablamos sólo del aceite de palma? Cualquier aceite refinado como el de oliva (el que no es virgen), girasol, soja o colza debe equipararse a la temida palma. Si bien el aceite de oliva es el más adecuado nutricionalmente, cuando es sometido a refinado ya no podemos hablar de los milagros y beneficios que justificadamente se le otorgan al aceite de oliva virgen.
Nuestra recomendación: bien sea por tu bien o por el de nuestro planeta, dedica unos minutos a revisar cada etiqueta de productos ultraprocesados como galletas, helados, bollería industrial, platos preparados y precocinados, alimentos infantiles (es increíble pero cierto), salsas; y elimínalos de tu alimentación si aparece en sus ingrediente el aceite de palma en cualquiera de sus formas, a veces "oculto" con otra nomenclatura: aceite de palma, grasa de palma, palmiste, sustituto de mantequilla de coco.
Incluso si aparece grasa vegetal sin más, piensa que lo más probable sea la palma. Los primeros responsables somos los consumidores, está en nuestra mano decidir el futuro de nuestra salud pero también el de nuestro planeta.