Andar por Soria. No existe otra opción para conocerla. Tanta maravilla no se merece solo el rápido vistazo desde la ventanilla de un coche. Andar por cualquiera de sus pequeños pueblos y descubrir en muchos de ellos auténticas maravillas del románico como la ermita de San Baudelio o de San Miguel. Andar por la rivera del Duero, ese río con la medida justa (ni demasiado pequeño para no serlo, ni tan abrumador como para que te intimide).
Andar por los bosques buscando setas en compañía de Yolanda Santos, bióloga y presidenta de Ashotur. 'Todavía tiene que llover más para que nuestra aventura micológica tenga éxito', me dice. Pero el paseo vale la pena solo por el entorno aunque nuestra cesta vuelva de vacío a casa.
Por eso busco acomodo en una de las mesas que Lourdes Cascante tiene en su restaurante de Los Villares. 'Bueno sentaros que ahora os voy sacando algunas cosillas'. Y compruebo como del cariño hacia la tierra nacen los platos con mejor sabor, como esos garbanzos con boletus que recordaré toda la vida. 'Si no tienes amor por el producto, si no lo aprecias y mimas no existe esfuerzo en los fogones que logre un buen plato'.
Si las lluvias permanecen, vendrán días en los que de nuevo el bosque se convierta en una deliciosa yincana natural para muchos aficionados a las setas. 'Si tenemos dudas mejor dejarlas o pedir verificación a alguien experto', nos recomienda Yolanda. 'Y en la cocina siempre quedarte corto que pasarte. Si te pasas pierdes todo el potencial de las setas', me dice Lourdes.
'Ni te la imaginas' es el slogan utilizado por Turismo de Soria. Y así es. Por mucho que alguien te pueda decir, te pueda contar... hay que ir, hay que pasear por estas tierras.