Estaba deseando que llegara la gira asiática. No me refiero a mí, que también, sino a Feliciano López. Y ya la ha comenzado, con buen pie, en Kuala Lumpur. Antes de viajar, en Madrid, coincidí con él en la presentación de la Copa Davis y la Copa Federación Junior, una competición a la que les recomiendo acudir estos días (dura hasta el domingo) en la Caja Mágica. Acudió con traje impecable, reflejo fuera de la pista de cómo juega dentro de ella.
'Feli' es, sin duda, de esos jugadores que han creado debate. En torno a su rendimiento, a su juego, a su nivel. Aunque eso ya forma más bien parte del pasado. Son cada vez más los que se rinden a la que está siendo la mejor etapa de su carrera. "El año pasado ya fue fantástico, quizá el mejor. Y el anterior también fue bueno", reconoce en una breve entrevista para este blog. Y esta temporada, con sus más y sus menos, también está a gran nivel: "Está siendo un año bueno para mí. Sobre todo este último verano ha sido muy positivo. No venía jugando tampoco muy bien hasta Cincinnati pero allí jugué muy bien y también en Nueva York", reconoce.
Actualmente se encuentra en el puesto 16 de la ATP, a cuatro posiciones de su mejor ránking (12º). Y, efectivamente, el US Open, el último Grand Slam de la temporada, supuso su mejor momento del presente curso, cuajando un gran partido ante Novak Djokovic en cuartos de final y llegando a ponerle contra las cuerdas al implacable número 1 del mundo. "Ya queda poco para acabar el año y ojalá pueda seguir en esa línea para acabar lo mejor posible", comenta. Aunque tampoco estuvo mal su inicio de 2016, llegando a la cuarta ronda del Abierto de Australia por primera vez desde 2012, cayendo ante Milos Raonic en cinco sets.
"Yo creo que las cosas llegan en el momento que tienen que llegar. Me encuentro físicamente muy bien y mentalmente no estoy cansado tras tantos años jugando. Todavía mantengo la ilusión para levantarme cada día para ir a entrenar, viajar... todo lo que conlleva ser un tenista profesional", explica sobre su gran rendimiento en plena década de los 30. Aunque destaca una clave sobre las demás: "Sobre todo, la suerte de no haberme lesionado prácticamente nada y estar sano, que al final sin eso sería imposible".
Estabilidad emocional, regularidad en su tenis... y experiencia y talento. Para mí, son los cuatro motivos que ahora sí permiten disfrutar de su juego, el más elegante entre las raquetas españolas. "Siempre hay pequeñas cosas que mejorar y pequeños retos que cumplir. Es evidente que con 34 años no se pueden plantear las metas que cuando tenía 20 pero creo que siempre hay un motivo para seguir soñando y seguir motivado", confiesa.
"El año que viene hay Juegos Olímpicos", apunta como gran objetivo para 2016, sin olvidar la Copa Davis: "Espero que España vuelva pronto al Grupo Mundial y en 2017 podamos volver a jugar ahí". Tras una etapa de evidente distanciamiento con la Federación (RFET), deja entrever sus ganas de regresar a la Armada.
Y, entre sus ambiciones personales, una especial: "Ojalá que antes de retirarme pueda tocar el Top-10". "No son cosas que me obsesionen pero siempre hay algún motivo para seguir luchando", concluye. Aún queda Feliciano López para rato.