Que el bar cierre cinco minutos después de pedirte una copa
Hay quienes no tienen inconveniente en beberse su copa de un trago, pero desde luego no son una mayoría. Casi todos nosotros, cuando entramos a un bar o a una discoteca, esperamos poder tomárnosla con calma; disfrutarla mientras charlamos o bailamos un rato. No tenemos por qué conocer la hora de cierre del local y, ya que en algunos casos vamos a pagar cerca de 10 euros por ella, lo menos que podemos esperar es que nos avisen de que tenemos cinco minutos para tomárnosla.
Que te cobren el pan que no has pedido
No entiendo por qué me ponen un cesto de pan que no quiero, y lo hacen sin avisar de que no es gratis... pero aun entiendo menos que me lo cobren cuando ni siquiera lo he tocado. ¿Imaginas ir al supermercado a comprar leche, que la cajera te meta en la bolsa un paquete de galletas que no has elegido y ni siquiera te gustan y que encima te las cobre? Pues esto es algo parecido; la única diferencia es que a lo primero ya estamos acostumbrados. No quiero imaginar cuántas veces colocan el mismo trozo de pan a clientes distintos, que pagan por ello pero no se lo comen.
Si has caído en la tentación pero la carta no informaba del cobro, puedes pedir la devolución del importe. Y, por supuesto, si no lo has probado, deben eliminarlo de la cuenta.
Que el precio no incluya el IVA
Pides una ración que según la carta cuesta 8 euros pero te cobran 8,80. Preguntas por el motivo y te cuentan que no estaba incluido el IVA. Lo peor de todo es que casi siempre hay una hoja oculta del menú con la que los locales se aseguran de que nadie pueda echarles en cara que no avisaron.
Que a tu plato le falten ingredientes
Si te sirven una ensalada César sin picatostes, el plato no está completo. En primer lugar, deben avisarte si no disponen de alguno de los ingredientes incluidos en su descripción. Si aun así accedes a comértelo, lo normal es que no te cobren lo mismo, pero es conveniente que las condiciones estén claras antes de que la comida llegue a la mesa.
Que te llegue la botella de agua abierta
No en todas las provincias puedes pedir para acompañar a tu comida una jarra de agua del grifo, entre otras cosas porque la calidad varía de unas a otras. Además es posible que prefieras beber agua mineral. En uno y otro caso, la botella debe ser abierta por ti, o al menos delante de tus ojos. De esta forma podrás estar seguro de que el agua tiene la calidad que pagas.